Mentalidad

En el año 2006 sucedió un fenómeno mundial que puso en la mente de las personas el concepto de el poder del pensamiento. Lo que causó dicho fenómeno fue el estreno de una película documental y la publicación de un libro que llevaban por nombre El Secreto. 

El tema central de El secreto era la ley de la atracción. Explicada en su forma más básica, esta ley dice: aquello en lo que uno piense, hable, crea firmemente y sienta intensamente, es lo que obtendrá.

Aunque fue hasta el año que la película salió, cuando muchas personas escucharon por primera vez sobre este tema, parece ser que siempre ha existido. Existe evidencia a lo largo de la historia que demuestra que maestros espirituales y mentes brillantes ya venían enseñando sobre esta verdad. Veamos algunos ejemplos:

«Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán». Marcos 11:24

«Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado». Buda

«Un hombre no es más que el producto de sus pensamientos. Se convierte en aquello en lo que cree». Gandhi

«Los imperios del futuro son los de la mente». Winston Churchill

«Nos convertimos en aquello en lo que pensamos todo el día». Ralph Waldo Emerson

«El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar». Albert Einstein

«Hasta que no vuelvas consciente lo inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino». Carl Jung

Como se ha notado, desde la antigüedad habían grandes maestros y pensadores que ya conocían el poder que tienen nuestros pensamientos en nuestras vidas.

A pesar de que hay muchos detractores de la ley de la atracción, hay quienes deciden creer en el poder de esta. La verdad es que las personas exitosas saben y utilizan el poder del pensamiento para lograr las metas que se proponen.

Si alguna vez has pensado que las pequeñas acciones no tienen algún impacto y que es en vano realizarlas, te exhorto a ponerle mucha atención a la fórmula de la imagen. Después de leer esto vas a estar convencido que si se realizan constantemente, las pequeñas acciones pueden cambiar el mundo.

Como puede verse en la imagen que acompaña a esta publicación, hasta con la mas mínima cantidad adicional se logra un resultado distinto.

Supongamos que el 1 en la primera fórmula representa nuestras forma de actuar de cada día, en donde no hacemos nada por lograr nuestras metas. También dentro de la misma fórmula, el 365 representa los días que hay en un año. Lo que significa que si hacemos lo mismo todo los días, al final del año el resultado es el mismo. Nada ha cambiado.

Por otro lado, en la fórmula que aparece abajo en la imagen tenemos ahora una variación con respecto a la primera. En esta tenemos 1.01, supongamos que el 0.01 adicional representa cada pequeña acción orientada hacia nuestras metas y objetivos que podemos realizar cada día. Como consecuencia de hacer algo pequeño adicional por los mismos 365 días, al final obtenemos un resultado diferente.

Como se ha notado, una mínima cantidad en repetidas ocasiones si hace la diferencia en el resultado final.

El mundo si puede ser diferente con pequeñas acciones constantes

Ahora bien, esto nos abre un sinfín de posibilidades, imaginemos por un momento como sería nuestra vida después de un año haciendo pequeñas acciones cada día en diferentes áreas. Recordemos que no tienen que ser grandes acciones, ya estamos claros en que las pequeñas acciones si dan resultado.

Algunas pequeñas acciones que se pueden hacer con facilidad pueden ser como estas:

En el área de finanzas podría ser guardar una pequeña cantidad de dinero cada día.

En el trabajo, proponerse brindar un trato super especial a algún cliente diferente cada día o colaborar con un compañero.

Recreación o tiempo libre: hacer algo de lo que mas nos gusta, por ejemplo practicar con algún instrumento musical.

En cuanto a salud física, si no se realiza ningún tipo de ejercicio se puede empezar por usar las escaleras en vez del ascensor o estacionarse en un lugar lejano para obligarse a caminar más o bien caminar en vez de utilizar el transporte público.

Relaciones, ¿qué tal decirle algo bonito a nuestra pareja, hijos o amigos?

Desarrollo personal, dedicar el 1% del tiempo de un día, eso solo es un poco más de 14 minutos por día a hacer algo como meditar, leer un libro de autoayuda , poesía, etc.

También en la comunidad se pueden llevar a cabo acciones como ayudar a alguien que lo necesita.

Es indudable que conseguiremos un resultado positivo si se realizan a diario pequeñas acciones y lo mismo sucederá si enfocamos esas acciones hacia nuestras metas y objetivos. Definitivamente las pequeñas acciones pueden cambiar el mundo. Es buena idea cambiar nuestra mentalidad y empezar a valorar cualquier acción aunque parezca pequeña, porque realmente tienen el poder de crear resultados.

Es muy frecuente que en la búsqueda de la felicidad, el éxito o una transformación personal, nos sintamos estancados por creer que algo nos falta o que simplemente aún no estamos preparados porque no tenemos las “credenciales” que se requieren. Desafortunadamente dedicamos mucho tiempo tratando de conseguir lo que creemos que nos hace falta en vez de trabajar en nuestros miedos y creencias que son los responsables de que estemos estancados o incluso de que ni siquiera empecemos.

Aunque los miedos y creencias ejercen una fuerte influencia en nuestra conducta, el mayor problema al que debemos poner atención es a nuestra mentalidad. Sin la mentalidad adecuada será muy difícil lograr un cambio positivo en la vida.

Debido a nuestra mentalidad es que tenemos pensamientos como: “No soy lo suficientemente bueno o buena para hacer esto”. “No soy lo suficientemente competitivo para triunfar en los negocios”. “Soy introvertido y por eso no puedo hacerlo”. 

Contrariamente a ese tipo de pensamientos, la buena noticia es que uno no tiene que ser el mejor o la persona más astuta para triunfar en lo que sea que queramos hacer. El secreto aquí es que tenés que elegirte a vos mismo. Y esta es una de las lecciones sobre mentalidad más difíciles de dominar: Yo merezco el éxito. Soy lo suficientemente bueno. Estoy listo. Creo en mí mismo.

Finalmente, la verdad es que nunca vas a sentirte lo suficientemente preparado y es probable que nadie te elija. No tenés que esperar a ser ungido por alguien. Tenés que elegirte vos mismo.

La fórmula para crear un cambio comienza con la intención. Tu intención. Tu enfoque elegido. Aquello en donde ponés tu energía en la formulación de pensamientos, palabras y acciones.

Lo más importante que hay que tener en cuenta para crear cambio en nuestras vidas es esto: los pensamientos se convierten en cosas. No solo algunos de ellos, sino que todos. No solo a veces, sino que todo el tiempo. No solo los positivos sino que también los otros.

Lo anterior no debe ser confundido con decir que uno obtiene lo que desea, porque no es así. En lugar de esto, uno obtiene aquello en lo que ha puesto la intención. Y lo hacemos a través de lo que pensamos predominantemente, lo que decimos y como actuamos, que al final son variaciones de pensamiento expresadas en diferentes formas.

Talvez te estás preguntando si realmente los pensamientos se convierten en cosas. Para encontrar la respuesta no hace falta ver tan lejos, una simple mirada a tu alrededor bastará. Escuchá a tus familiares, amigos o compañeros de trabajo, cuando expresan cosas como “La vida es dura. La gente es mala”. El Universo escucha cada palabra que pronunciamos. Nuestras palabras son nuestros resultados finales. Y por lo tanto, estas son las mismas personas que parecen no recibir un trato justo.

Asimismo, ¿acaso no son las personas que dicen que no tienen tiempo las que nunca tienen tiempo libre? ¿O aquellas que dicen que no hay hombres buenos y aquellos que dicen que no hay mujeres disponibles los que se mantienen solteros sin ninguna relación? También están aquellos que dicen que la vida es una prueba y por lo tanto siempre están siendo sometidos a pruebas.

Por otro lado, también hay a tu alrededor compañeros de oficina que son felices, maestros radiantes, padres de familia orgullosos y todos ellos se regocijan en sus vidas porque simplemente se concentran en lo que aman y se mueven con esos pensamientos. 

En conclusión, la clave es finalmente reconocer la verdad que siempre ha estado ahí: entender que nuestros pensamientos infaliblemente se convierten en cosas y eventos en nuestras vidas, entender que no tenemos que saber el “cómo” solo tenemos que saber “qué” es lo que deseamos y a partir de ahí enfocar nuestros pensamientos solamente en eso que deseamos.