Felicidad

Es muy común pensar que las circunstancias que nos suceden en la vida son el origen de la infelicidad. Pensar de esta manera implica que la felicidad dependerá de circunstancias sobre las cuales no tenemos control. Entonces la felicidad se vuelve cuestión de suerte.

Existen un sinfín de circunstancias para sentirse infeliz, alguna de ellas incluyen cosas como: no tener dinero en abundancia, estar sin pareja, no tener amigos, el trabajo que tenemos, la apariencia física, el sobre peso, etc. Este es el tipo de cosas a las que atribuimos el origen de la infelicidad en nuestras vidas.

La verdad es que todas esas circunstancias no son las responsables de que no seamos felices. Lo que causa la infelicidad es la forma como reaccionamos ante esas circunstancias. Específicamente los pensamientos que tenemos sobre esas cosas. Aunque muchas veces esos pensamientos no son propios, sino que los adquirimos a través de la forma en que fuimos educados. Es decir, que son resultado del condicionamiento de la mente que recibimos a lo largo de nuestra vida.

Aunque no somos responsables del condicionamiento mental que recibimos en el pasado, sí somos responsables de lo que elegimos pensar en el presente. También somos responsables de la forma como reaccionamos ante los eventos que suceden. Por lo que el origen de la infelicidad esta en nosotros mismos, en nuestra mente y por lo tanto la felicidad es responsabilidad nuestra. 

Si un día decidimos dejar de juzgarnos a nosotros mismos, ese día sería el comienzo de una nueva vida muy diferente de la que actualmente tenemos. Lo mismo sucedería si dejamos de auto castigarnos con nuestras conductas y formas de pensamiento.

La vida es para disfrutarla y ser feliz, no venimos a este planeta a sufrir o a pasarla mal mientras estemos aquí.

¿Qué tal si empezamos a desarrollar el sentido del humor? Cualquier resultado que obtengamos será mucho mejor que andar «luchando» en la vida. Entonces no tenemos nada que perder con empezar a hacerlo, sino todo lo contrario, podemos ganar mucho.

El otro punto valioso aquí es empezar a ser tu propio amigo. Cuando nos juzgamos y castigamos a nosotros mismos nos convertimos en nuestro propio enemigo. Lo mejor es darle vuelta a este asunto, hagamos las paces con el enemigo y lo convertimos en amigo. Porque de lo que se trata es de divertirse y eso solo lo podés hacer con un amigo, por lo tanto sé tu propio amigo.

Poner atención a nuestras esperanzas es de las mejores estrategias para lograr la vida plena que deseamos. Lamentablemente, esto no siempre sucede porque en repetidas ocasiones actuamos o dejamos de actuar en base al miedo. De esta forma nuestras esperanzas quedan relegadas porque el miedo es quien controla nuestras vidas.

Si dejamos que el miedo dirija nuestros pensamientos, acciones y decisiones, lo más seguro es que no vamos a lograr una vida que nos traiga satisfacción y gozo. Aunque el miedo es hasta cierto punto normal, por eso no debemos prestarle demasiada atención y dejar que nos paralice. 

Para lograr una transformación tenemos que hacerla a través de nuestras esperanzas, lo que soñamos alcanzar y todo aquello que anhelamos. A esto es a lo que tenemos que ponerle atención para poder transformar nuestras vidas a un estado de plenitud. Por lo tanto, procuremos que nuestras elecciones sean el reflejo de nuestras esperanzas y sueños. 

También es muy útil reflexionar sobre el por qué no se hace lo necesario para alcanzar los sueños que se tienen. Al hacer esto obtenemos claridad sobre lo que nos mantiene estancados. El estancamiento no siempre es causado por el miedo.

Cuando estemos claros de cuáles son nuestros miedos y cuáles son nuestras esperanzas es cuando podemos hacer elecciones en donde se vean reflejadas esas esperanzas.

La felicidad es algo que todos queremos pero no todos hacemos algo para encontrarla. Realmente este tema no es tan sencillo como parece porque la felicidad simplemente no es algo que se encuentre afuera de uno. Por eso existen varias opiniones sobre cómo conseguir la felicidad, algunas orientadas a conductas, otras a formas de pensar y algunas más espirituales. Creo que todas esas opiniones aportan algo positivo pero es uno quien decide cuál es la más apropiada para el momento que se está viviendo.

Una de esas perspectivas sobre cómo conseguir la felicidad es la que Andrew Carnegie ofrece en esta frase:

Lo que propone el autor de esta frase realmente es un buen consejo. Esto es muy fácil de poner en práctica. Incluso con pequeñas metas se pueden lograr los resultados. Trazarse una meta es similar a proponerse llegar a un lugar. Con esta meta todos nuestros pensamientos estarán orientados a alcanzarla o llegar al lugar de destino.

También estaremos liberando nuestra creatividad, y eso es liberar energía, para conseguir el resultado deseado. Nuevos pensamientos e ideas surgirán en la búsqueda de nuestra meta.

Otra consecuencia positiva de trazarse una meta es que nos mantiene inspirados. Esto sería algo así como el combustible que nos mantiene orientados hacia los objetivos que deseamos. Dicho de otra manera, esto mantiene viva la esperanza.

Definitivamente, trazarse una meta y tomar acciones para conseguirla es una buen método para ser feliz. Entonces parece que la felicidad está en el viaje no solamente en el destino.